Cuando te toca cubrir eventos como los Oscar que hacen que tengas que estarte gran parte de la noche en vela, esperas algún tipo de recompensa. En mi caso, que tengo que estar atenta a los looks que pasan por la alfombra roja para después hacer las listas de las mejor y peor vestidas, además de los peinados -en esta ocasión- es de agradecer que te sorprendan y te regalen la vista con verdaderas obras de arte del diseño. En esta edición de 2014 no ha sido así, o al menos, no como me hubiera gustado. Sí que tengo mis preferidas, y empezaré por ellas, ya que se lo merecen más que otras. Me ha parecido divino el vestido de diva de Kate Hudson. Últimamente la actriz me gusta mucho, lo admito, y en esta ocasión, ha sido, para mí, la más elegante con este diseño de Versace.
En segundo lugar pondría a una de las que siempre están entre las mejor vestidas, Charlize Theron. Un atrevido diseño de Dior de corte sirena con transparencias en la falda y escote en V. Un poco de riesgo a una red carpet un poco monótona y aburrida.
Me ha encantado el look completo de Naomi Watts. Creo que es una de las que sabe sacarse partido y eso se nota con el plante en la alfombra roja. Fiel a Calvin Klein Collection, con un vestido blanco con pedrería, toupé en el cabello y una bonita sonrisa.
La ganadora del Oscar a mejor actriz tampoco ha fallado en su cita con la moda. Así, como suele ser habitual, Cate Blanchett ha derrochado elegancia sobre la red carpet con un Armani Privé color nude con aplicaciones. Ideal el peinado y las joyas.
Sandra Bullock ha estado a la altura con un bonito diseño de Alexander McQueen azul con escote palabra de honor y en el que destacaban los drapeados.
Aunque no suele ser habitual en mí, hoy he visto guapa a Penélope Cruz. Creo que ha sabido sacarse partido con el Giambattista Valli que llevaba la española para presentar dos premios junto al mismisimo Robert De Niro. Corte helénico con escote asimétrico, recogido y pendientes grandes.
Hasta aquí todo tiene un pase -aunque hay algunas que simplemente han pasado por la alfombra roja sin pena ni gloria-. Pero es que hay otras que tanta expectativa es mala. Para empezar, el soso vestido de Gucci de Amy Adams, por no hablar de su horrendo peinado, que parecía que le hubiera puesto una ensaimada en la cabeza, haciendo una oda a la princesa Leia -frase de mi amiga estilista Ana Pérez-. Un peinado que le hacía mayor y le quitaba frescura.
Y qué decir de la gran Jennifer Lawrence. Parece que no sabe elegir muy bien los vestidos porque todos los coge muy similares, aunque haya sido criticada. Para la ocasión, se enfundó un Dior en rojo con peplum. Con más pena que gloria, ya que el peinado tampoco acompañó, por no decir la cara roja que se le vio a la pobre cuando salió a presentar el Oscar a mejor actor… ¿Qué te pasó Jennifer?
Hay algunas que antes de pasar por la alfombra roja ya se sabe que van a ser un auténtico desastre. Una es Kelly Osbourne -de Badgley Mischka- y la otra Lady Gaga -de Versace-… con un peinado propio de Star Treck -también made in Ana Pérez-.
No llegué a entender muy bien la elección de Angelina Jolie… Si se hubiera mirado bien al espejo se hubiera dado cuenta de que no le favorecía nada el vestido de Elie Saab que llevó. Le hacía un pecho muy muy raro, y era cosa del vestido. Hay veces que por mucho Elie Saab que se lleve no garantiza el éxito en la red carpet. Del que tiene al lado ninguna queja, no? Tal vez el peinado… pero el mismo Brad Pitt ya contó que era exigencia del guión…
Y la decepción de la noche, para mí, ha sido Lupita Nyong’o. Y no porque su elección de Prada haya sido la peor de la noche, sino porque era tanta la expectación que cuando le he visto con ese vestido de escote exagerado, me he quedado igual. Enhorabuena por el Oscar, pero no por el estilismo, ha tenido días mucho mejores… Esa diadema en la cabeza…
Y hasta aquí mi repado personal a la alfombra roja de los Oscar. Podría enrollarme más pero tengo un poco de sueño… 
